Murió el tricampeón.
Mohamed se salió con la suya. Aguantó. Fiel a su estilo parco y terrorífico para la tribuna, pero efectivo, como demuestran sus números.
Jardine le movió por doquier. Puso a todos, pero realmente no puso a nadie porque los atacantes estaban muertos. Toda la liguilla les costó convertir y era evidente que contra un cerco defensivo iban a tener pesadillas.
Y a pesar de ser superados en cancha, la historia pudo ser diferente.
Arbitraje de Terror
El partido de ida perdonaron a Toluca dos penales y una tarjeta roja a Alexis.
Curiosamente, Vega mandó una asistencia y marcó el gol definitivo en la vuelta. Si esto no es afectar el trámite de una serie, entonces que alguien explique qué fue.
Es curioso, pero lleva en el aire una campañita desde hace algunos semestres sobre “Don Valentín”, dueño del Toluca que está en edad avanzada y que tenía el deseo de ver a su equipo campeón una vez más.
No se trata de levantar suspicacias, pero no deja de ser cuando menos extraño que ante Toluca se haya tenido semejante arbitraje cargado de un solo lado.
Si no es Don Valentín, entonces es todo el fútbol mexicano.
Estaban hartos del América, hartos de Jardine, hartos del Tricampeón, hartos del color amarillo.
Se notaba en todos y cada uno de los “programas de análisis”, en el sentir de la afición, y todos los que participan en lo que se llama balompié Azteca.
Tener un solo ganador no ayuda a un fútbol que presume la chance de que “cualquiera pueda levantar el trofeo”.
El América se volvió tan incómodo que nunca iba a ganar el Tetracampeonato.
Aunque claro, América tampoco dificultó demasiado las cosas.
Plantilla Cortísima
Todo el mundo se llenó la boca (por no decir hocico) hablando del plantelazo que presumen las Águilas.
Nada más lejos de la realidad.
Se fueron Cabecita, Julián y Richard y no llegaron refuerzos de al menos la mitad de su calidad. Si quieres reir, seamos más claros: no llegaron refuerzos (😂).
Diego Valdés se murió futbolísticamente, Jardine no lo quería, al final jugó pocos minutos y no es más que un recuerdo.
Javairö es Chafairo. Debería aprovechar que en Toluca hay aeropuerto internacional y volar a Surinam.
Dávila fue chispazos contra equipos intrascendentes.
El Búfalo es un gitano de lo peor. Encima, es de cristal.
Henry cada día pasa más tiempo en el hospital y no es precisamente un jovencito. No tiene ni recambio.
Brian tuvo un gran torneo, pero fiel a su costumbre, volvió a desaparecer en liguilla. Que si se lesiona, que si baja de juego, siempre hay un pretexto.
Zendejas comió esos tacos del mal a media liguilla y desapareció.
“Chiquito” Sánchez empezó a tambor batiente y fue diluyéndose en la etapa final. Encima, se cae siempre que entra al área.
Esto es con lo que tuvo que trabajar Jardine.
Jugadores de cristal y gitanos.
Ninguno dio cinco partidos seguidos de calidad aceptable.
Por tanto, es incluso un milagro que se haya llegado tan lejos.
La realidad es que América necesita refrescar su aparato ofensivo con jugadores jóvenes, verticales y desequilibrantes.
El problema es que tenemos un problema.
En la cancha de Santiago Baños
El inepto mayor sigue en Coapa. Tras sacarse la lotería con Jardine, sonrió y posó para las cámaras presumiendo sus grandes logros. Incluso hubo americanistas que le tildaban de los mejores directivos de la historia.
Pues he aquí el gran directivo que robó la chance a Jardine de ser Tetracampeón.
Ahora toca sufrirle en otro mercado. Prácticamente, tendrá tres meses para lograr fichajes y bien sabemos que algún pretexto pondrá, siendo el principal: “La plantilla es muy buena, tienen hambre de revancha, no les gustó la derrota contra Toluca y quieren recuperar su título”.
Tiempo al tiempo.
¿Estamos siendo injustos?
Siempre es difícil cerrar un ciclo. Por una parte, se consiguió el primer tricampeonato en torneos cortos del fútbol mexicano, hecho que ningún otro club conseguirá en los próximos cien años, si es que el mundo todavía existe.
Varios de estos muchachos, tuvieron un segundo aire con Jardine y alcanzaron las mieles del triunfo que se les negaron con los antecesores del banquillo.
Ganaron, dejaron su nombre en la historia, sin embargo, para muchos de ellos se debería terminar la aventura.
En América no existe el crédito, y poco importa lo que digan algunos eternos optimistas. Aquí hay que ganar siempre, cada torneo es título o fracaso, porque así es como se mantiene la grandeza.
Dar continuidad al plantel significa seguir viendo con mayor frecuencia más de lo mismo: jugadores en el hospital, jugadores gitanos, jugadores que ya cumplieron su ciclo y jugadores que no funcionan para lo que pretende André, que dicho sea de paso, es probable que su permanencia dependa de si consigue el boleto al Mundial de Clubes. Seguro será tentado este verano, y si Baños e Iñárritu no se ponen las pilas, podrían llevarse la sorpresa de tener que buscar entrenador.
Por lo demás, no resta más que agradecerles a los muchachos las alegrías del último año y medio. Fueron grandes momentos. Gritamos, celebramos y reímos juntos. Eso queda para siempre en el corazón. Tricampeón solo hay uno, y jamás se olvidará.
El arquitecto de todo esto se llama André Jardine. Un tipo que tomó a una generación perdedora (con Solari y Ortiz muchos de ellos) y les enseñó a ganar.
Los llevó a la gloria.
Los hizo mejores.
América se sacó la lotería con este pedazo de entrenador. Un tipo que quiere jugar bien, que siempre quiere más. Es un problema cuando sus pupilos parecieron conformarse con tres títulos. Ni siquiera el amor propio les hizo echar un disparo a un tal “Luis García”, arquero de Toluca. Imperdonable.
Si a alguien debe recordar este Tricampeonato, es a André Jardine y su cuerpo técnico. Los únicos constantes a lo largo de cuatro torneos. No se conformaron y seguro que no dormirán varios días preguntándose: "¿Por qué carajos no disparan?”
Hora de hacer las maletas
Todavía queda un partido oficial en el semestre, pero en Coapa no deberían existir los miramientos. Estos jugadores (cuando menos) no deberían volver a Coapa.
Víctor Dávila: por no cuajar en el sistema de André.
Rodrigo Aguirre: gracias, pero gitano total.
Javairô Dilrosun: increíble que siga en el plantel.
Diego Valdés: ciclo cumplido. A ver si ya hacen canon el #2025SinDiego
Tan solo ahí hay cuatro plazas NFM que podrían aprovecharse de mejor manera. Y si no estás de acuerdo, quítate la venda de los ojos. Dentro de ti, sabes que no es mentira alguna. Ahora bien, si te preocupa que Baños no pueda ni sustituir a estos, déjame decirte que es una preocupación válida.
Como bonus, en plaza de mexicanos:
Jonathan Dos Santos: gracias por los buenos momentos, pero igual la pasa lesionado, y no es un jovencito.
Les urge competencia
Henry Martín se lesiona con más frecuencia y no hay un miserable nueve en banca que pueda hacerle sombra.
Brian Rodríguez pasó de competir con Cabecita y Julián a ser dueño absoluto de esa banda.
Alejandro Zendejas se ríe de Javairô.
Kevin Álvarez se ríe de Dagoberto.
Fidalgo es otro que tampoco tiene quien le haga sombra. (Por cierto, ¿hizo algo en la final?)
Comentario Final
Toluca no es justo ganador como indican algunos.
El arbitraje condicionó la final y que la cuenten como quieran.
Lo inconcebible es que los de Coapa hayan sido incapaces de patear al arco en toda la final. Cuando Israel Reyes, un central, es quien causó más aprietos, es una bandera rojísima de que está mal todo lo que puede estar mal.
Esta final la perdieron los jugadores. Teniendo la experiencia de jugar su cuarta final consecutiva, ya deberían sabérselas al derecho y al revés. Al mismo Toluca lo habían goleado en temporada regular y en la liguilla anterior.
Jardine pudo haberse echado atrás y esperar como el torneo del tricampeonato, pudo hacer mil cosas, pero si no patean al arco, es imposible.
Estuvieron en la antesala de un logro fuera de toda proporción como era el Tetracampeonato y lo dejaron ir.
Gracias por el tricampeonato, pero hubiera sido bueno morir de algo. Fue una liguilla frustrante en la que casi siempre hubo que ir contra corriente. Ningunos brazos son tan fuertes para nadar en estas condiciones y ganar siempre.
La racha de André quedó en 12 series de ida y vuelta ganadas. Mucho había logrado, y se le fue una “sencilla” en donde tuvo la posesión en ambos partidos.
Desde hacía meses se veía que el equipo se iba debilitando, pero como el mame del tricampeón seguía al alza, pocos lo tomaron en serio. Sin embargo, el fútbol cobra todas sus facturas, tarde o temprano. América se quedó sin atacantes en buena forma cuando más los necesitó.
Traigan refuerzos, o sufran las consecuencias, es así de simple.
Como siempre decimos, el que avisa no es traidor.
Vamos, América.
Porque de este barco, nadie se baja.
Porque el Americanismo siempre será un estilo de vida.
Descansa en paz, Tricampeón.
Fuiste un gran rey.
Lo hiciste bien.
Muy bien.
Y como nos enseñó Gustavo Cerati:
“Nos verás volver”.
Concuerdo en prácticamente todo, solo resaltar que era acá cuando más se necesitaba de Jardine, precisamente por la baja de juego y el cortísimo plantel, sin embargo me da la impresión de que caimos en la trampa, de que la soberbia del tricampeón y la confianza en exceso a sus soldados nos perjudicó ( + el arbitraje + Baños). Se jugo bien, solo que en la parte de la cancha en donde menos importa.
Ni hablar estuvimos en la antesala del tetracampeonato! Sobran los analisis postmorten que son faciles de hacer, si el resutado hubiera sido a favor nadie criticaria nada, se perdio y punto. Hay que reforzar el equipo y seguri haciendo lo que se sabe hacer : Luchar por el titulo una y otra vez.
La vida da revanchas y espero pronto nos ponga de nuevo frente al Mezquino DT.
AMerica y Ya