Equipo Caserito. Adiós CONCACAF.

Abandonando lo que les dio éxito, América vuelve a fracasar.

Las Águilas del América cayeron por marcador de 2-1 ante la Máquina Celeste del Cruz Azul en el partido de vuelta de los Cuartos de Final de la Liga de Campeones de CONCACAF 2025. Lo único que no tenía que hacer los Azulcremas para calificar era perder, y qué fue lo que hicieron. Perdieron.

En el fútbol se gana o se pierde, todos lo sabemos, y si hablamos de probabilidades, era más factible que Cruz Azul por fin se quitara el yugo Azulcrema. Pero lo que no esperaba nadie era ver un América aterrado, incapaz de generar peligro y dejarse anotar de manera ridícula. Nadie nunca pensó que su entrenador, ofensivo por naturaleza (según esto), intentara defender un golecito con gente como Araujo.

Pero más allá del terrible partido que dieron los Azulcremas en Ciudad Universitaria, acá les queremos preguntar una cosa: ¿Ya nos vamos a dejar de tonterías?

Y sí.

Ha llegado el momento de dejar de hablar y de fantasear que este equipo es algo que no es. Siete planteles en la historia sí han podido salir victoriosos en el torneo continental. Este equipo actual se ha cansado de mostrar que se muere de miedo si lo sacas de su mediocre Liga Mx.

Ha llegado el momento de poner un alto a colocar jugadores actuales en lugares que aún no les corresponden, porque las verdaderas leyendas Azulcremas sí saben lo que es ganar el torneo internacional.

Ha llegado el momento de tirar por la borda eso del “jogo do Coapa”, porque en el momento que importó y se necesitó ser ofensivo, Jardine se murió de miedo y, como entrenador de equipo chico, se dispuso a defender con todo un golecito por más de media hora, mientras que los jugadores se escondieron y rehuyeron a su obligación de buscar el arco rival.

Ha llegado el momento de fingir que André Jardine es el “mejor entrenador de todos los tiempos”. No poder ganar el torneo que se le pidió explícitamente y quedar fuera en dos ocasiones de las maneras más patéticas posibles, habla más de lo que sí es, un entrenador casero que le da miedo trascender.

Ha llegado el momento de recalcar que es una falacia de que hay 2 o 3 jugadores por posición y esa idiotez de la “competencia interna”. El plantel es corto y varios elementos bastante limitados. Y al igual que el entrenador, la mayoría de los jugadores sólo están para ser cabeza de ratón. En la Liga local se sienten Superman, pero cuando hay que competir fuera, ni a Súper Ratón llegan.

Ha llegado el momento de dejar de andar gritando a los cuatro vientos que este equipo no necesitaba refuerzos, porque Dávila y el Chiquito eran los refuerzos. El plantel está pésimamente armado, no estaba para 2 torneos.

Ha llegado el momento de mirar hacia Santiago Baños y a Héctor González Iñárritu y recordarles que permitieron que cada torneo se fueran yendo piezas importantes y no las recuperaron con jugadores de la misma o mejor calidad. O que siguieron permitiendo que los jugadores se fueran cuando se quisieran, sin importar si era la Fecha 1 o la Fecha 10 del torneo.

Ha llegado el momento de dejar de besarle los pies y decirle “Patrón” a Azcárraga y hacerle ver que la bonanza económica que ha tenido el América estos últimos años no son sólo por sus decisiones financieras y de negocios, sino, que han sido también gracias a los éxitos deportivos. ¿Quiere que su equipo suba sus acciones en Bolsa? Fácil, dalo a conocer en el mundo con una maldita participación en el Mundial de Clubes. No basta con pararse en la explanada del Estadio Azteca a decir que se tiene una deuda con la afición y prometer la CONCACAF. De promesas no se vive, de hechos sí.

¿Qué esperan Baños y su séquito, que siempre haya León que abra la puerta para ver si se meten al Mundial con una invitación? ¿De qué sirve ser un pez grande en un estanque pequeño cuando las exigencias del Club “más grande de México” es meterse a la nueva competencia creada por FIFA? De nada, podrán ganar todos los campeonatos que quieran en casa, pero mientas equipos como Pachuca y Monterrey se codean con los grandes, América estará preparando su Tour Águila para meterse dolaritos. Tristísimo.

Y la afición tiene gran culpa de esta debacle, hablando de más, sintiéndose intocables, derrochando soberbia por todos lados. Asegurando que Jardine tiene crédito infinito, que los jugadores son leyendas y por ende, anticriticables. Mucha Banda MS, mucho Señor de la Noche, mucho Maguito, mucho grito de histérica de Nina Cervantes, mucho alabar a Vaca porque grita los goles del América, mucho baile Rayito, y más tonterías que no sirven para absolutamente nada.

Las pocas voces críticas son apagadas a base de insultos y la estupidez esa de “seguro eres anti”. La poca gente con un poco de análisis crítico lo vio venir. El equipo no estaba bien armando para jugar 2 torneos. Las lesiones y salidas de jugadores hicieron obvio que faltaban refuerzos. La gestión de las plazas No Formados en México fue nefasta. Tienes a Igor sin registrar y un cupo libre en el plantel, pero no pudieron hacer las cosas con tiempo.

Asimismo, jugadores como Diego, Dilrosun y Araujo no entraban en planes, pero como no pueden acomodarlos, hay que registrarlos y usarlos. Hoy, Diego y Araujo son clave para ver las semifinales de la Liga de Campeones de CONCACAF desde el sillón.

Se dijo una y otra vez que los “experimentos” de Jardine estas últimas semanas no auguraban nada bueno. Ah, pero ahí va la afición como borrega, ciega y sólo repitiendo que el entrenador tiene “crédito” y confianza total. Vaya batacazo se llevaron.

El equipo se le está cayendo, si no se le da una llamada de atención a él y a todo su cuerpo técnico, olvídense del Tetracampeonato. Y peor aún, esta derrota, si no se mete mano dura y se endereza el camino a tiempo, puede ser el inicio del fin de la Era Jardine.

Las Águilas del América se fueron eliminados, una vez más, de un torneo internacional. A los jugadores les tiemblan las piernitas si se trata de ganar algo fuera, dos Leagues Cups y dos Ligas de Campeones sin trascender. Jugadores chiquitos y caseritos. Cuerpo técnico cobarde y caserito.

Ah, pero dejen que venga el Mazatlán para que se lleve 5. Y entonces sí, otra vez, toda la afición siguiendo al equipo con los ojos cerrados, sin exigir y sin pedir cuentas.

Cruz Azul eliminó al América tras más de 25 años sin hacerlo. Casi una década sin ganar el título continental. Eso es el recuento de los daños.

Entonces, ya nos vamos a dejar de tonterías. ¿Sí o no?