El Incomprendido: Nicolás Benedetti
Magia de Cristal…
En enero de 2019, el América apostó fuerte por un joven colombiano que prometía talento y desequilibrio: Nicolás Benedetti. A sus 21 años llegaba desde el Deportivo Cali con el cartel de “10 moderno”, creativo y con gol. El América venía de ser campeón del Apertura 2018, y el fichaje generó ilusión inmediata: se esperaba que fuera un conductor del juego ofensivo.
La afición azulcrema se emocionó, la prensa habló de un refuerzo distinto y en Coapa parecía que habían encontrado a un diamante por pulir.
Primeros destellos
El 5 de febrero de 2019, Benedetti debutó en Liga MX en la victoria 3-1 sobre Necaxa. No tardó en estrenarse como goleador en Copa MX ante Pachuca, dejando claro que técnica y confianza no le faltaban. En su primer semestre mostró regates, disparos de media distancia y una frescura ofensiva que ilusionaba.
El apodo de “Poeta del gol” comenzó a sonar entre comentaristas. Parecía que estábamos ante un jugador que marcaría época.
El gran golpe: las lesiones
Lo que pintaba como una gran historia se convirtió en un drama recurrente: las lesiones. Benedetti pasó más tiempo en rehabilitación que en la cancha.
Apenas medio año después de su llegada, en junio de 2019, sufrió una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho que lo dejó fuera dos meses. El golpe más duro llegó en febrero de 2020, cuando con la Selección Sub-23 de Colombia se rompió el ligamento cruzado anterior y el menisco externo de la rodilla derecha. Esa lesión lo alejó por más de medio año y lo dejó sin posibilidad de disputar todo el Clausura 2020.
En octubre de ese mismo año, en un partido contra León, volvió a resentirse de la rodilla, esta vez con una lesión de menisco medial que lo apartó un par de meses más. A todo esto se sumaron molestias musculares y enfermedades que le impidieron tener regularidad.
El balance es contundente: en su etapa con el América se perdió 79 de 131 partidos posibles, es decir, estuvo ausente en el 60% de los encuentros oficiales.
El regreso fragmentado
Cuando estuvo disponible, Benedetti mostró pinceladas de calidad, pero nunca logró consolidarse. En total disputó 52 partidos oficiales con el América, apenas 19 de ellos como titular. Marcó 8 goles y repartió 4 asistencias. En números fríos, promedió un gol cada seis partidos y una asistencia cada trece.
Hubo chispazos interesantes, como sus goles ante Necaxa y Morelia, o su buena participación en algunos partidos de Copa. Pero la historia siempre terminaba igual: un par de actuaciones prometedoras, otra lesión, y meses de ausencia.
La despedida
En 2021, Benedetti fue cedido a Mazatlán. Antes de partir, reconoció lo difícil que había sido su paso por América:
“Nunca lo llamaría fracaso. Aprendí muchas cosas como profesional y como persona. Me quedó la espina de no haber mostrado todo mi talento.”
Confesó que en 2020 incluso dejó de disfrutar el fútbol y que solo el apoyo psicológico y familiar lo mantuvo en pie.
La afición, por su parte, quedó dividida. Para algunos fue un “crack de cristal”, incapaz de rendir al nivel que exigía el club. Para otros, un talento malogrado que, de haber estado sano, pudo haber sido determinante.
¿Talento frustrado o bajo rendimiento?
El caso de Benedetti abre un debate clásico en el americanismo.
Por un lado, está la visión del talento incomprendido: un jugador con técnica, visión y juventud, que fue víctima de lesiones crueles que cortaron cualquier intento de continuidad. Por otro, la percepción de rendimiento insuficiente: en más de dos años apenas acumuló ocho goles y cuatro asistencias, con muy poca influencia en los títulos del club.
Quizá la verdad esté en medio.
Quizá el destino así lo quiso.
Es algo que nunca sabremos.
👉 Y tú, ¿de qué lado estás? ¿Benedetti fue un crack frustrado por las lesiones o simplemente un jugador que no tenía lo suficiente para triunfar en el América?
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Igual que Menez, le jugo en contra que gran parte lo dirigió el Piojo y entre su staff tenia a Giber Becerra que se caracterizaba por sobrecargar jugadores.
Lo que hace falta en el equipo es saber detectar a esos jugadores frágiles y ponerles trabajos y alimentación especial para evitar tanta lesión.
Messi en su momento fue con un nutriólogo en Italia para evitar tanta lesión y vaya que le funcionó.